Fuco responde sin ambages a cuestiones sobre su trayectoria y la de la fotografía, el uso de la tecnología en el sector y mucho más.
Fuco nos ha respondido a esta entrevista con el mismo lenguaje que habla su cámara: directo, sin ambages, plasmando con honestidad y sin anestesia lo que percibe y sin rehuir ninguna cuestión.
BS.- Cuéntanos cómo fueron tus inicios.
FR.- Comencé con los primeros reportajes de boda en el año 2010, en un momento de cambio importante en la concepción de la fotografía y en cómo se hacía el trabajo de reportaje social. Este cambio suponía una apertura en cuanto a estilo y materiales que abrían muchas posibilidades a nivel creativo.
BS.- Pocos profesionales como los fotógrafos puede haber que sean testigos de todo lo que significa una boda ¿Cómo has visto evolucionar las bodas desde tus inicios hasta hoy? ¿Cómo se han plasmado los cambios sociales en la manera de celebrar una boda?
FR.- Las bodas, al igual que muchos otros comportamientos sociales, han tenido una influencia clave por parte de internet y esa idea de visibilidad, de esos minutos de popularidad en la red. Cada vez es más notorio como se van copiando cosas que hemos visto en las redes con la idea de hacer la celebración más original.
Paradójicamente, la originalidad se vuelve al instante en un cliché porque es lo que hace todo el mundo y son modas muy efímeras.
BS.- ¿Qué diferencias destacarías entre los reportajes que te pedían en tus inicios y los que te piden ahora?
FR.- En realidad no existe mucha diferencia. El tipo de clientes con los que yo colaboro tienen interés en mostrar lo que sucede el día de su boda y siempre me han dejado libertad absoluta en cómo hacerlo.
El cura, bastante mayor y bien intencionado pero que no sabía inglés, pidió a alguien que le transcribiera fonéticamente la homilía: jelou ande gud ivinin, güelcome tu dis selebreison…

©Fuco Reyes
BS.- ¿Qué diferencias hay entre fotografiar un evento como una boda y otros tipos de reportajes fotográficos?
FR.- En las bodas todo ocurre muy rápido y hay que saber adaptarse de manera inmediata a todo lo que sucede tanto a nivel emocional como a nivel técnico. La luz está cambiando continuamente, es difícil saber qué va a ocurrir realmente, hay que estar pendiente de todo lo que sucede y estar conectado tanto con los novios como con los invitados. Es un reto constante, muy interesante, pero agotador.
BS.- ¿Qué te define como fotógrafo de bodas? ¿Cuál es tu estilo?
FR.- A mí me gusta mostrar lo que ocurre en el día en el que se celebra la boda. La idea de fondo es que las fotografías estén vinculadas a ciertos momentos, ciertas emociones, y que funcionen como disparadores de recuerdos, que sirvan para conectar con lo que los novios sintieron y vivieron el día de su boda. Que las fotografías funcionen como recuerdos que disparen sensaciones y emociones conectadas a instantes y que sean propios.
Cada pareja tiene su propia manera de entender su celebración y creo que es importante poder mostrarlo en el trabajo. Me gusta que se reconozcan, que se vean en las fotos, que no sean personajes inventados.
Otra de las claves es saber conectar tanto con los novios como con los invitados. Ser capaz de disfrutar, de formar parte de lo que está sucediendo, poder empatizar y ser conscientes de lo importante que es este momento para tantas personas. Es una grandísima responsabilidad.
BS.- En las últimas temporadas hemos visto una cierta tendencia al fotoperiodismo en las bodas ¿qué ventajas o inconvenientes ves tú en un reportaje de estilo tradicional frente a otro de estilo fotoperiodístico?
FR.- Tampoco me preocupo mucho de si un estilo es más tradicional o más periodístico. Quizá la raíz de todo este tema es que el reportaje social se ha convertido en un género muy interesante para fotógrafos que de alguna manera estaban ligados a una visión más documental y eso ha modificado mucho la manera de trabajar.
BS.- La polémica sobre el uso del Photoshop más allá del revelado digital es cada vez más frecuente. ¿Cómo ves el uso que se está haciendo del retoque digital en la fotografía de bodas? ¿Hasta dónde consideras tú que es lícito utilizar esta herramienta como un instrumento creativo?
FR.- Como siempre decimos, el procesado es una parte inherente del trabajo en fotografía; la clave está en el uso que se le de a esa herramienta. Personalmente no veo ningún problema en utilizarlo como recurso creativo siempre y cuando sepamos lo que estamos haciendo, aunque sí hay que tener claro que la fotografía artística y el reportaje social son dos mundos muy diferentes y que nacen con una intención muy diferente. Una mala fotografía no se vuelve de calidad por mucho procesado que le demos.
Una buena fotografía se puede potenciar con el procesado. El problema de los “procesados creativos” es que pertenecen a una tendencia, a una moda. Y las modas son cada vez más pasajeras. ¿Cómo conseguimos que una fotografía de una boda perdure en el tiempo?
En las bodas todo ocurre muy rápido y hay que saber adaptarse de manera inmediata a todo lo que sucede tanto a nivel emocional como a nivel técnico.
BS.- ¿Qué es lo más divertido que te ha pasado en una boda?
FR.- Una boda en la que los invitados eran de diferentes países y se celebraba en una capilla perdida en la montaña en la zona norte de Galicia. El cura que oficiaba la ceremonia era bastante mayor y muy bien intencionado. Como gesto de deferencia hacia los novios y los invitados quiso hacer la homilía en inglés. El problema es que no tenía ni idea de inglés así que había pedido a alguien que le transcribiera fonéticamente como tenía que leerlo: jelou ande gud ivinin, güelcome tu dis selebreison…
BS.- Eres un veterano consolidado. ¿Qué consejo les darías a los jóvenes que están comenzando que se quieren dedicar profesionalmente a esto?
FR.- Que sean honestos. Evitar las modas y centrarse en hacer un buen trabajo fotográfico. Técnica, composición, mirada y sensibilidad.
BS.- Para terminar una pregunta indiscreta (aunque sabemos que ya te has casado): ¿a quién llamarías para fotografiar tu boda?
FR.- En realidad el día de mi boda hice yo las fotos. Bueno, no todas, claro; esa responsabilidad se la cedí a mi hermano, que sé perfectamente como hace las cosas. Un resultado fantástico.
Gracias Fuco, hemos constatado personalmente que además de un excelente fotógrafo también eres una excelente persona con la que es fácil, muy fácil, empatizar.
©BS Redacción
Foto portada ©Fuco Reyes