¿Photocall o Photobooth? Ambos son diversión asegurada en vuestra boda y un recuerdo inolvidable y muy divertido para todos.
Hay que ver lo que han evolucionado las bodas; desde hace unos años las novedades y nuevas tendencias no paran de sorprendernos.
¿Os acordáis por ejemplo de los tiempos en los que el fotógrafo que escogían los novios recorría las mesas haciendo fotos a todos los invitados?
¡Qué tiempos aquellos en los que casi siempre nos pillaban con el bocado en la boca!.
Hoy, por suerte, ya podemos comer tranquilos gracias al Photocall y al Photobooth.
Pero ¿sabéis en qué se diferencian? La respuesta es sencilla.
El Photocall es el panel con publicidad que se utiliza en ciertos eventos sociales y en el que los asistentes posan para los fotógrafos. Éste es el caso por ejemplo de una entrega de premios del cine o estrenos de películas importantes.
En la actualidad también se utiliza este método adaptado a las bodas, utilizando fondos decorados de manera muy original y divertida. Hay empresas que se dedican a hacer photocalls a medida para bodas, pero si sois algo mañosos incluso podéis hacer uno vosotros mismos.
Todo vale: cintas, pompones, flores, papel pintado o incluso marcos de diferentes tamaños y formas.
En el caso del Photocall para bodas, los que posan delante del fotógrafo son los invitados, a los que se les facilitan además accesorios con los que poder caracterizarse: bigotes, pelucas, boas de plumas, sombreros, máscaras, pizarras para poder escribir frases simpáticas, etc. El resultado serán fotografías muy divertidas.
Una alternativa al Photocall es el Photobooth.
Éste es un espacio cerrado similar al fotomatón donde mucha gente se hace las fotos de carnet.
Suele ser más grande y con un decorado también muy original. En este caso no se necesita fotógrafo, ya que es automático.
Eso sí, al igual que el Photocall también incluye atrezzo para poder disfrazarse, con lo que la diversión también está asegurada.
©NS Redacción