Tras los nervios y los preparativos de la boda llega el momento más esperado: vuestra la luna de miel.
Para hacer realidad un viaje tan especial y soñado no se debe dejar más de lo necesario al azar: el mimo y los pequeños detalles serán imprescindibles para que nada falle en este tiempo de descanso, placer y dedicación plena a la pareja.
En este artículo os proponemos descubir Tanzania, el placer de la época colonial. Para ello hemos seleccionado meticulosamente lodges de lujo por su situación, instalaciones y servicios, y diseñamos los detalles más memorables: recorrer los poblados de la tribu de los Maasai y disfrutar de un sofisticado picnic en el interior del Parque Manyara a orillas del lago; dormir al aire libre en un fly camp en mitad de la sabana o relajarse en un spa viendo derretirse el sol en las aguas cristalinas de Seychelles.
Alojamientos icónicos en los parajes más románticos e itinerarios realizados en privado y a vuestra medida. Una mirada más exclusiva basada en los pequeños detalles y el diseño artesanal de experiencias únicas.
¿Puede ser Tanzania, el primer gran viaje de vuestra nueva vida?

Campamento en el Serengueti. ©Nuba
-> Arusha:
La contemplación de la vida salvaje es el primer obsequio que hacen las tierras tanzanas al viajero preparado. En Arusha, rodeada de un paisaje de granjas dedicadas al cultivo de café, está la primera parada donde podréis vivir una auténtica aventura, reflexionar y relajaros en los lodges y campamentos con el mayor confort y lujo europeo, con lujosas suites de estilo victoriano y vistas al jardín.
Al despertar del día siguiente os espera un espectáculo digno de ver. Cuando los primeros rayos de sol tiñen esta tierra de hierbas altas, una pintura dorada se funde en ritual con el rojo bermellón de las túnicas de los Maasais.
Los jóvenes pastores, de esbeltas y ágiles figuras, permanecen de pie, custodiando la vida que habita en la panorámica de sus bosques ecuatoriales.

Las túnicas rojas de los Maasai, un espectáculo memorable. ©Nuba
-> Tarangire:
El lugar donde África extiende orgullosa un manto fresco e interminable de praderas es también el escenario de la vida salvaje y de la plena libertad. Llegando a Tarangire se pueden ver a la sombra de las acacias y los baobabs cómo duerme la siesta africana una espléndida fauna.
Una vez en el exclusivo lodge, en habitaciones enclavadas en las ramas de los milenarios baobabs, podréis disfrutar de una sobrecogedora imagen panorámica de la selva. Después, degustaréis un almuerzo y comenzarán los primeros safaris fotográficos. Y por la noche, el plato fuerte: el safari nocturno -con la oscuridad empieza la hora de la caza-.
-> Parque Nacional del Lago Manyara:
Durante el recorrido en 4×4 hacia la zona del Lago Manyara se ven los poblados Maasai y la impresionante pared del Rift como telón de fondo. En los bosques que rodean el lago habitan numerosos monos y para poder ver a los animales lo mejor es almorzar con un pic-nic en el interior del Parque cerca del lago, conocido como el Parque de la biosfera por la gran cantidad de vegetación que tiene.
Al atardecer y de camino al pueblo de Karatu hay que cruzar por el bullicioso pueblo de Mto Wa Mbu, dedicado al cultivo de bananas, arroz y a la talla de madera. Un lodge de lujo situado en una antigua plantación de café os espera al pie de las “verdes colinas de África” que Hemingway describiera. Cada habitación está decorada con un estilo diferente: antigüedades africanas, telas y artesanías tanzanias decoran las estancias sin renegar del confort europeo.

Alojamiento en el Lago Manyara. ©Nuba
-> Karatu – Área de conservación del Ngorongoro:
En Karatu hay parajes tan vivos y extraordinarios como el Área de Conservación del Ngorongoro, la caldera volcánica más amplia del mundo y la mayor concentración permanente de vida salvaje en el planeta. El lodge está construido en la boca del Ngorongoro, con vistas al cráter.
No pueden faltar un picnic en el cráter y un safari fotográfico: contemplar los hermosos leones de piel ocre tumbados al sol o la increíble fauna oculta que lo habitan, es otro más de los atractivos de encontrarse con África.
En Olduvai están los grandes hallazgos que ponen África como la cuna de la humanidad, provocando inevitablemente la reflexión. En su museo está el homo sapiens y en Laetoli se han encontrado las huellas humanas más antiguas (3,6 millones de años). En esta garganta se encontraron restos de Australopithecus y Paranthropus.

Alojamiento junto al Cráter Ngorongoro. ©Nuba
-> Parque Nacional del Serengeti:
Una buena forma de empezar el día es ir de safari fotográfico en la Reserva hasta la hora del almuerzo. Toda la fauna animal de África esta en el Serengeti: rebaños de ñues, cebras, antílopes y gacelas son perseguidos a corta distancia por los grandes carnívoros (leones, leopardos, hienas, guepardos, licaones). Los más afortunados podréis ver cazar al guepardo, el felino más rápido, y al esquivo leopardo encaramado en alguna acacia; hipopótamos y cocodrilos también pueblan esta área.
No hemos descuidado el descanso en los lodges: las habitaciones, ubicadas sobre palafitos, son cómodas y están envueltas en una profusión de tela. El servicio excelente y la decoración os envolverán en un clima romántico entre muebles victorianos, suelos de teka y tejidos de colores.

Alojamiento en el Serengueti. ©Nuba
-> Seychelles:
Os proponemos terminar el viaje en Seychelles: lechos de arena blanquísima para descansar y huir del estrés. Islas confortables, rodeadas de universos de coral, sumidas en la tranquilidad y la belleza del Océano Índico.
Las villas privadas de Seychelles destilan paz y tranquilidad, invitando a disfrutar del ritmo local, del oleaje suave, de una copa de champán y del mar turquesa que se funde con el sol en el horizonte.
Un paseo en lancha os alejará de las grandes rocas redondeadas que se amontonan en las playas doradas. Con ese mar apetece zambullirse en estas aguas cristalinas, practicar el buceo y el snorkel… El sol adormece los sentidos.
Texto y fotos © Nuba.